Estados Unidos ya ha criticado a su aliado de la OTAN, Turquía, por la decisión de este último de comprar sistemas de misiles de defensa aérea de Rusia, y ahora está presionando a India para que abandone los supuestos planes de comprar las mismas armas de Moscú.
Estados Unidos teme que sus aviones sigilosos sean visibles para los S-400, una sospecha que puede estar detrás de los esfuerzos de Washington para disuadir a los aliados y socios de comprar los sistemas de misiles rusos, alegó The National Interest, un medio de comunicación en línea.
El Interés Nacional indicó que el F-22 y el avión de combate F-35, así como el bombardero furtivo B-2 Spirit, dependen de la velocidad y la capacidad para entrar y salir rápidamente de las zonas de radar de defensa aérea. Sin embargo, como señala el medio, los S-400 se han vuelto cada vez más avanzados, ya que ahora comunican sus datos de radar en tiempo real.
Según el sitio web en línea The National Interest, esta característica podría permitir que el S-400 anule la ventaja de los aviones estadounidenses para darle al arma rusa la capacidad de rastrear y derribar de manera efectiva los cazas furtivos estadounidenses.
El medio en línea publicó una historia que sugiere que esta característica del S-400, que Moscú ha anunciado durante mucho tiempo, podría estar detrás de los recientes esfuerzos del Pentágono para convencer a India de que abandone sus planes informados de comprar el sistema de misiles de defensa aérea ruso. También explicaría por qué Washington impuso sanciones contra su aliado de la OTAN, Turquía, después de que este último se negó a deshacerse de los S-400 que había comprado.
Cómo Washington se opone a las ventas mundiales del S-400
Estados Unidos afirmó en ese momento que el motivo de las sanciones y el congelamiento de las ventas de F-35 a Ankara era la incompatibilidad de las armas rusas con la red de defensa de la OTAN. Más tarde, Washington alegó que Moscú puede obtener información crítica sobre los F-35 a través de los S-400 desplegados en Turquía, pero se negó a trabajar con Ankara para prevenir la posible vulnerabilidad. Más recientemente, la Casa Blanca ha culpado a Turquía de supuestamente no actuar como un «aliado de Estados Unidos» al tomar la decisión soberana de comprar S-400 a Rusia.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, desestimó las críticas de la Casa Blanca al acuerdo de su gobierno con Moscú y recordó repetidamente a Washington cómo Ankara intentó sin éxito adquirir sistemas de misiles Patriot de los EE. UU. Durante años. Explicó que Turquía no tenía más remedio que buscar en otra parte para impulsar su seguridad nacional. Rechazó todos los intentos de Estados Unidos de inmiscuirse en los asuntos soberanos del país y sugirió la creación de un grupo de trabajo para llegar a un compromiso sobre el tema. La propuesta, sin embargo, ha sido ignorada hasta ahora por Estados Unidos