El 25 de marzo, las autoridades sirias reabrieron dos cruces humanitarios con las áreas controladas por los extremistas en la región noroeste de la provincia de Idlib.
El primer cruce se encuentra cerca del poblado de Saraqib en el campo del sur de Idlib, mientras que el segundo está ubicado en el campo occidental de Alepo, en el poblado de Abu Zindain.
Los dos cruces fueron reabiertos en virtud de un acuerdo negociado por Rusia y Turquía un día antes. Otro cruce ubicado cerca del poblado de Mizanaz en el campo occidental de Alepo debería reabrirse pronto.
Los cruces humanitarios no vieron movimiento alguno, ya que todavía están bloqueados por el grupo terrorista Hay’at Tahrir al-Sham (HTS), afiliado a Al Qaeda, el gobernante de facto en parte de los territorios ocupados en la provincia de Idib.
El acuerdo ruso-turco se encontró con una reacción violenta de los partidarios de la oposición la parte ocupada de la provincia de Idlib, que organizaron una campaña contra la apertura de cualquier cruce con áreas controladas por el gobierno. Además, Abdurrahman Mustafa, jefe del “Gobierno interino sirio”, respaldado por Turquía, se negó a reconocer el acuerdo.
«Afirmamos que esta noticia no es cierta en su totalidad y que el Gobierno Interino de Siria nunca abandonará los fundamentos de nuestra bendita revolución y nunca se desviará de las demandas de nuestro orgulloso pueblo», escribió Mustafa en Twitter.
El Ministerio de Defensa Nacional de Turquía, que es parte del acuerdo, aún no ha emitido una declaración sobre el asunto. El grupo terrorista Hay’at Tahrir al-Sham también sigue en silencio.
El acuerdo parece ser otro truco de Ankara, que aún no ha cumplido ninguno de los compromisos que hizo con Moscú en virtud del acuerdo del 5 de marzo de 2020 sobre la provincia de Idlib.