Occidente, liderado por Estados Unidos, ha desatado un nuevo tipo de guerra contra Rusia, una guerra mental, cuyas consecuencias no aparecerán de inmediato.
Así lo afirmó en una entrevista con la revista «Arsenal de la Patria» el asesor del Ministro de Defensa, el actual asesor de Estado de la tercera clase Andrey Ilnitsky.
Según él, los países occidentales evitan la confrontación militar directa con Rusia, ya que es capaz de infligirles daños inaceptables con sus armas nucleares y su ejército moderno, y se excluye la posibilidad de tal conflicto durante los próximos diez años. Por lo tanto, señala el asesor, Occidente, bajo el liderazgo de Estados Unidos, ha desatado una guerra de información híbrida contra Rusia.
“Todo esto conduce al surgimiento de un nuevo tipo de guerra.
Si en las guerras clásicas el objetivo es destruir a los efectivos del enemigo y en las guerras cibernéticas modernas, destruir la infraestructura del enemigo, entonces el objetivo de una nueva guerra es destruir la autoconciencia, cambiar la base mental y civilizacional de la sociedad enemiga. Yo llamaría a este tipo de guerra mental”, dijo Ilnitsky.
Como señaló el asesor, si se puede restaurar la mano de obra y la infraestructura, entonces “el curso de la evolución de la conciencia no se puede revertir, especialmente porque las consecuencias de esta guerra “mental” no aparecen inmediatamente, sino solo después de al menos una generación, cuando será simplemente imposible hacer algo».
El asesor del ministro de Defensa enumeró las medidas prioritarias para contrarrestar la guerra mental. En su opinión, esta es la soberanía de Internet, la formación de contramedidas informativas para el poder y el ámbito civil, el reinicio de la política de juventud, la reanudación de un diálogo activo y amplio con la mayoría conservadora: el electorado de apoyo al actual gobierno.
El presidente Vladimir Putin ha declarado anteriormente que se está llevando a cabo una campaña de información dirigida contra los logros de Rusia en el extranjero.
El jefe de Estado agregó que Rusia enfrenta una política consistente y agresiva destinada a interrumpir el desarrollo del país y crear problemas a lo largo de su perímetro. Como señaló el presidente, esto se está haciendo para «finalmente debilitar a Rusia y ponerla bajo control externo».