El centro de Rusia para la reconciliación de las partes en conflicto en Siria ha instado a Turquía a que ayude en la búsqueda y el castigo de los responsables del bombardeo de las zonas residenciales de Alepo en Siria el domingo 21 de marzo, dijo el subjefe del centro, el contralmirante Alexander Karpov en una sesión informativa el miércoles.
Grupos armados de oposición abrieron fuego el domingo contra las zonas residenciales de Alepo, matando a dos civiles e hiriendo a otros 17, incluidos niños. Las autoridades sirias culparon del ataque a los grupos de oposición sirios pro-turcos con base al oeste de Alepo y en la vecina Idlib.
«El 21 de marzo, los radicales de Kafer Hanni dispararon seis misiles desde un sistema de lanzacohetes múltiples contra las zonas residenciales de Alepo. Como resultado de esta acción criminal sin precedentes de los terroristas, dos civiles murieron y otros 17 resultaron heridos. Creo que los culpables deben ser identificados y castigados. Esperamos que la parte turca brinde asistencia a este respecto», dijo Karpov.
Hizo hincapié en que esas acciones estaban desestabilizando la situación en toda Siria y obstaculizando considerablemente el regreso a una vida pacífica.
«El cese de hostilidades en Siria se observa en general. Sin embargo, debo subrayar que ha habido bombardeos diarios desde las posiciones de la organización terrorista Jabhat al-Nusra (proscrita en Rusia). Los ataques de fuego varían de 25 a 30 al día», dijo Karpov, y agregó que la mayoría de los bombardeos se produjeron en la zona de desescalada de Idlib”.
El jefe del departamento político-militar del Ministerio de Defensa sirio, Hassan Suleiman, dijo en la rueda de prensa que «se registraron violaciones en los suburbios de Alepo, Hama e Idlib».
«Esto viola las reglas de desescalada e impide los esfuerzos humanitarios que están realizando el ejército sirio y la parte rusa para la evacuación de la población civil de la zona de Idlib controlada por los militantes», dijo.
En 2017, se creó una zona de desescalada en el noroeste de Siria para aquellos militantes que se habían negado a deponer las armas después de las operaciones del ejército del gobierno en Guta Oriental, cerca de Damasco, y en las regiones del sur del país. El alto el fuego ha estado en vigor allí desde el 6 de marzo del 2020 tras los acuerdos alcanzados entre Rusia y Turquía. Los grupos de oposición pro-turcos y los terroristas de Jabhat al-Nusra han violado sistemáticamente el alto el fuego bombardeando posiciones del ejército sirio y comunidades civiles.