La elección de la Knesset del 23 de marzo es la cuarta votación legislativa celebrada en Israel en dos años. La elección se fijó automáticamente para fines de marzo cuando la Knesset se disolvió en diciembre de 2020, luego de no aprobar el presupuesto nacional.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tuiteó a última hora del martes afirmaciones de una «gran victoria» para su partido Likud en las elecciones de la Knesset y agradeció a los israelíes por votar.
«¡Ciudadanos de Israel, gracias! Dieron una gran victoria para la derecha y el Likud bajo mi liderazgo», tuiteó Netanyahu. «Está claro que una clara mayoría de los ciudadanos israelíes son de derecha y quieren un gobierno de derecha fuerte y estable que preserve la economía de Israel, la seguridad de Israel y la Tierra de Israel».
Su celebración se produjo a pesar de múltiples informes de que las elecciones aún están demasiado cerca para ser convocadas y aún no se han anunciado resultados oficiales.
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Según las encuestas a boca de urna, el Likud se ha asegurado los 31 o 32 escaños necesarios en la Knesset de 120 miembros, mientras que el partido Yesh Atid, liderado por Yair Lapid, recibió 18 escaños.
Las elecciones de la Knesset del martes, la cuarta votación legislativa en Israel en solo dos años, se programaron automáticamente para el 23 de marzo después de que el parlamento israelí en diciembre no lograra ponerse de acuerdo sobre el presupuesto estatal de 2020.
Kan informó que la participación era del 67,2% en el momento en que los colegios electorales cerraron el martes.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) tuitearon que la participación en el ejército fue «la más alta en los últimos veinte años», afirmando que «alrededor del 77% de los militares de las FDI» votaron en las elecciones. En años anteriores, según las FDI, la participación «fue de alrededor del 70%».