En un esfuerzo por mantener su relevancia, la OTAN está siguiendo a Estados Unidos y poniendo sus ojos en China. En comentarios bastante sinceros, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que el «ascenso» de China presenta una «oportunidad» para fortalecer la alianza militar transatlántica.
«China se está acercando a nosotros, invirtiendo en nuestra infraestructura crítica», dijo Stoltenberg a DW el lunes. «No hay forma de que podamos evitar abordar las consecuencias de seguridad para nuestra alianza regional del ascenso de China y el cambio en el equilibrio de poder global».
Stoltenberg repitió los puntos de conversación que surgieron de Washington y dijo que China «no comparte nuestros valores» y amenaza el «orden basado en reglas». Dijo que la relación competitiva con Beijing presenta «una oportunidad única para abrir un nuevo capítulo en la relación entre América del Norte, Estados Unidos y Europa».
Hacia fines de 2020, la OTAN publicó un informe en el que pedía que la alianza se centrara más en China. El informe dice que la OTAN debería asociarse con países de la región con “ideas afines” como Australia, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur.
Los comentarios de Stoltenberg se producen cuando el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se dirige a Bruselas, donde se espera que se reúna con Stoltenberg y otros funcionarios de la OTAN. Blinken participó en conversaciones con funcionarios chinos en Alaska el jueves y viernes pasado, que rápidamente se volvieron hostiles después de que Blinken abriera la reunión acusando a Beijing de amenazar el «orden basado en reglas».
En una muestra de unidad contra Beijing, el lunes, Estados Unidos, Reino Unido, UE y Canadá anunciaron sanciones a funcionarios chinos por presuntos abusos de derechos humanos en Xinjiang.