Estados Unidos y Rusia se enfrentan sobre el círculo polar ártico con un bombarderos B-1B Lancer y los cazas MiG-31BM


La Fuerza Aérea de Estados Unidos ha aterrizado por primera vez un bombardero pesado supersónico B-1B Lancer en una base aérea dentro del círculo ártico, con un solo avión aterrizando en la Base Aérea de Bodø de la Fuerza Aérea Noruega el 8 de marzo después de partir de su base temporal en Estación aérea Ørland en el sur de Noruega.

El despliegue implicó una parada temporal y reabastecimiento de combustible, y el B-1B se consideró demasiado alto en mantenimiento y demasiado frágil para un despliegue prolongado en un clima así.

Se han desplegado cuatro lanceros en Noruega desde febrero, que se produce en medio de crecientes inversiones estadounidenses en el desarrollo de capacidades de guerra ártica para su despliegue cerca del Ártico ruso. Los Lancers, que provenían de la 7ma Bomb Wing, fueron desplegados previamente en la Base de la Fuerza Aérea Dyes en Texas.

El B-1B es la única clase de bombardero supersónico activo en el mundo occidental, aunque se ha enfrentado a serios problemas de mantenimiento y las tasas de disponibilidad cayeron por debajo del 10% en 2019. No obstante, el avión es apreciado por su capacidad para desplegar una amplia gama misiles de crucero avanzados para misiones de ataque y anti-envío.

El despliegue del B-1B sigue los movimientos de Rusia para expandir enormemente su presencia militar en el Ártico con una gama de nuevos sistemas de armas avanzados.

Estos han incluido aviones de ataque de menor alcance y menor alcance que son, sin embargo, más rápidos y capaces de lanzar municiones de mayor alcance y más rápido que las del B-1B, incluidos los aviones Su-34 y MiG-31K.

El avión más peligroso y pesado de Rusia construido para el combate aire-aire, el MiG-31BM Foxhound, también se ha desplegado en la región y puede rastrear y atacar bombarderos B-1B a distancias de 400 km. El primer despliegue de MiG-31 sobre el Círculo Polar Ártico se realizó notablemente poco menos de un mes antes del primer despliegue del B-1B, pero a diferencia del bombardero estadounidense, los interceptores rusos son lo suficientemente duraderos y de bajo mantenimiento como para estar estacionados permanentemente en los climas duros.

Rusia ha ampliado los aeródromos más cerca del círculo ártico para acomodar más aviones de combate y ha desplegado una gama de sistemas avanzados de defensa aérea, incluidos los sistemas S-400, Tor y Pantsir. Dado que el Ártico representa un escenario de creciente importancia estratégica tanto para Rusia como para Occidente, se espera que ambas partes desplieguen más sistemas de armas de alta gama en la región en los próximos años.

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