Los desastres naturales continúan golpeando a los Estados Unidos. El 14 de marzo, la parte central del país fue cubierta por una poderosa tormenta con nieve, granizo y lluvias torrenciales.
Texas estuvo nuevamente bajo el golpe de los elementos, en el estado se registran ráfagas de vientos huracanados con una velocidad de hasta 140 km / h. También se informan más de una docena de tornados, según algunos informes de los medios, su número ha llegado a 14.
Una tormenta de nieve cubrió los territorios de tres estados: el sur de Missouri, Kansas y Nebraska, la nieve derretida ha provocado un aumento en los niveles de agua en los ríos.
En otros tres estados, Colorado, Wyoming y Dakota del Sur, las fuertes nevadas y lluvias continuaron durante todo el día.
Se observa que para algunos estados del noreste de los Estados Unidos, la cantidad de precipitación se ha convertido en un récord: alrededor de 70 cm.
Se predice que las tormentas se moverán hacia el este, y Kansas y el Mississippi sufrirán una tormenta de granizo a partir del lunes. Además, los expertos predicen la llegada de una nueva tormenta desde la costa oeste. A mediados de la semana, condiciones climáticas adversas con granizo y tornados cubrirán el sur de Estados Unidos.
Según informes de medios locales, los vuelos a la capital del estado de Colorado, Denver, fueron suspendidos: se cancelaron más de 1.600 vuelos.
Los estadounidenses en las redes sociales publican imágenes del elemento en desarrollo, acompañándolos con hashtags #snowarmageddon2021 y #snowapocalipsis2021.
A finales de febrero, estalló un verdadero desastre en el estado de Texas debido a un descenso anormal de la temperatura: la población se quedó sin electricidad, agua y calefacción, sistemas comunales en las casas, sin resistir las heladas, estaban fuera de servicio.
A principios de marzo, se informó que una sequía que amenazaba la agricultura en la región y plagada de incendios forestales cubría la mayor parte del oeste de los Estados Unidos. Las predicciones sobre la escala de este cataclismo son decepcionantes: los científicos creen que estamos hablando de una «mega-sequía» que podría durar décadas.