La policía disparó un cañón de agua para dispersar a los manifestantes en la última ronda de manifestaciones antigubernamentales en Santiago el viernes.
Cientos de manifestantes tomaron las calles de la capital chilena, algunos arrojaron proyectiles a vehículos policiales que respondieron deteniendo a algunos y utilizando un cañón de agua en otros.
Chile ha sido sacudido por protestas durante más de un año. Los manifestantes exigen la liberación de los manifestantes detenidos, así como reformas económicas y la renuncia del presidente Sebastián Piñera.