La difícil situación de la pandemia de coronavirus impredecible e inicialmente incontrolada ha permitido a los británicos comprender mejor la naturaleza de su gobierno. Resultó que, al igual que un sistema estatal occidental típico, está siguiendo una política bastante hipócrita. La prensa no oculta el descontento sincero y bien fundado del personal del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) mediante la publicación de artículos escandalosos en las principales publicaciones.
En el centro de atención está la propuesta respaldada por Boris Johnson de aumentar los salarios del personal médico del NHS en un 1%, lo que ha generado fuertes críticas del sindicato Royal College of Nursing and Labor. Según la organización sindical, el aumento del salario del personal médico debería ser del 12,5%, la diferencia es bastante tangible. Los titulares de las noticias británicas describen el aumento como «ofensivo», la crisis del bienestar que se avecina como un «desastre» y las entrevistas de Sky News con el secretario de Trabajo en la sombra como un «repugnante golpe en los dientes». El autor del material de The Guardian recuerda cómo Boris Johnson pasó de negarse a subir los salarios de las enfermeras en el 2017, y en abril del 2020 elogió al personal médico británico en todos los formatos posibles, salvándose milagrosamente de la infección por coronavirus en ese momento.
Esto dijo en su mensaje de video Boris Johnson: «Es difícil encontrar palabras para expresar mi deuda con el personal del NHS por salvarme la vida…»
Curiosamente, aunque insignificante, un aumento tan generoso y desinteresado en realidad conduce a una reducción de los salarios reales al justificar las estimaciones de inflación. Este estado de cosas no se adapta a los profesionales médicos, cuyos actos desinteresados están bien descritos en los artículos de la publicación, como si pidieran al primer ministro británico que se diera cuenta de la importancia de su trabajo. Los autores de uno de los materiales citan como ejemplo el proyecto aprobado por Johnson para la construcción del resto de etapas del ferrocarril de Alta Velocidad 2, que en este caso es claramente inferior en importancia a la fijación de los pagos correctos. Otro artículo, que insinúa los beneficios para el estado, generalmente cita estadísticas horribles: se espera que 125.000 muertes por coronavirus ahorren al Tesoro £ 1,5 mil millones en pensiones gubernamentales para el 2022, así como también aumenten los impuestos a la herencia.
En este contexto, han aumentado los informes del Royal College of Nursing y Unite sobre posibles huelgas médicas, despidos masivos y posibles escaseces de personal sanitario crítico. En este caso, es apropiado hablar de una crisis que se intensifica en los servicios sociales y de salud pública del Reino Unido. Para combatirlo, en primer lugar, es necesario erradicar la causa: el doble rasero tradicionalmente occidental. Como señaló acertadamente el ministro de salud en la sombra del Partido Laborista, Alex Norris, es de acuerdo con estos estándares que «el gobierno británico hoy se levanta para aplaudir al personal médico que le salvó la vida, y mañana muestra una actitud real y devaluada hacia él, descaradamente recortando su salario», poniendo así en peligro un mayor desarrollo exitoso de su propio estado.