El Senado de los Estados Unidos aprobó a Merrick Garland, el candidato del presidente Biden a fiscal general de los Estados Unidos. Se espera que el nuevo jefe del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, quien, según la ley estadounidense, también actúa como fiscal general, intensifique las investigaciones de alto perfil, incluidas las relacionadas con la supuesta interferencia rusa en los asuntos internos de Estados Unidos. Según los expertos entrevistados por Nezavisimaya Gazeta, las relaciones entre Rusia y Estados Unidos podrían verse muy influenciadas por las investigaciones de los casos más destacados, por ejemplo, el reciente presunto escándalo de piratería informática de Rusia.
La nominación de Garland fue confirmada por una votación de 70 a 30 en el Senado. Este es un muy buen indicador de apoyo, escribe el periódico, señalando que el éxito de la nueva persona designada es aún más impresionante dado que el Senado está dividido entre los dos partidos. Mientras tanto, los seguidores del ex presidente Donald Trump, por el contrario, se pronunciaron en contra de Garland. Los partidarios de Trump ven a Garland como alguien que perseguiría a su líder y no molestaría innecesariamente al presidente actual, según Nezavisimaya Gazeta.
El director del Centro de Investigación Aplicada del Instituto de Estudios de Estados Unidos y Canadá de la Academia de Ciencias de Rusia, Pavel Sharikov, dijo al periódico que el nuevo jefe del Departamento de Justicia no dio ninguna razón obvia por la que está impulsado por la agenda.
“No recuerdo que Garland de alguna manera se viera envuelto en escándalos asociados con Trump. Además, la confirmación del nuevo fiscal general se enmarcó precisamente para descartar sospechas en su contra. Ocurrió luego de la más reciente demanda del equipo de Trump a reconocer las elecciones presidenciales de noviembre como amañadas”, dijo el experto.
Mientras tanto, cómo se comporta el Departamento de Justicia de Estados Unidos cuando investiga casos de alto perfil, de una forma u otra asociados con Rusia, sería de gran importancia para las relaciones ruso-estadounidenses. Esto se refiere principalmente al ciberataque Sunburst a las agencias gubernamentales de Estados Unidos en diciembre pasado. Sharikov señaló que, a pesar de los informes de prensa de alto perfil, la investigación apenas comienza.
«Hasta ahora, ni un solo funcionario estadounidense ha dicho claramente que sí, Rusia es sospechosa en este caso», señaló el experto.