Rusia se está preparando para la reunión ampliada del 18 de marzo en Moscú sobre Afganistán, que debería involucrar a representantes de Rusia, Estados Unidos, China y Pakistán, así como a ambas partes en el conflicto armado, incluidos delegados del movimiento talibán (prohibido en Rusia). Es interesante que esta reunión tenga lugar una semana antes de la conferencia de paz sobre Afganistán bajo los auspicios de la ONU en Turquía. Entonces, hay razones para sugerir que existe cierta rivalidad entre las plataformas de negociación internacional, escribe Nezavisimaya Gazeta.
Se espera que Estambul acoja las conversaciones el 27 de marzo, informó el canal de televisión afgano Tolo News. La elección de Turquía como sede es aparentemente una de las últimas iniciativas de la administración Biden. El objetivo de este evento es crear un gobierno afgano inclusivo con la participación de ambas partes en el conflicto armado. Además, Washington busca reducir la violencia durante tres meses y luego establecer un alto el fuego.
El miembro principal del Hudson Institute y experto en el Club de Valdai, Richard Weitz, señala que en su política afgana, Moscú ha estado cultivando una variedad de socios locales e internacionales para ganar influencia y una posición en los escenarios posteriores a la OTAN. Desde el 2015, el gobierno ruso ha estado apoyando las relaciones oficiales con los talibanes. «Estos contactos sirven al objetivo inmediato de fortalecer la influencia de Rusia y, mientras tanto, salvaguardarla de los riesgos relacionados con una victoria de los talibanes tras la salida de la OTAN». Según el experto, los talibanes y Rusia comparten un objetivo: demostrar que tienen alternativas diplomáticas y que buscan la retirada de todas las fuerzas armadas extranjeras de Afganistán.
«Al mismo tiempo, la próxima conferencia parecerá ser una continuación de este esfuerzo de propaganda. Esto podría abrir vías de cooperación con los Estados Unidos a largo plazo, pero la influencia de Moscú en la región parecerá tan limitada como todos los otros. Mientras los talibanes y el gobierno afgano sigan divididos, la paz será esquiva», señaló el experto.