El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, denuncia el papel del Gobierno británico en el golpe de Estado contra el expresidente de Bolivia Evo Morales en 2019.
El ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela denunció que documentos desclasificados revelan cómo el Gobierno y sus empresas internacionales del Reino Unido apoyaron el golpe que provocó la renuncia de Morales y dar paso a un gobierno que les permita saquear los recursos naturales de Bolivia.
“Los intereses corporaciones (y los gobiernos que las representan) estuvieron detrás del golpe en Bolivia y presentes en el gobierno de facto. Se desclasifican documentos que así lo comprueban. Siempre detrás de los recursos naturales de los pueblos libres”, escribió el miércoles Jorge Arreaza en su cuenta de Twiiter.
Un reporte del periodista inglés Matt Kennard para el sitio web Declassified UK aporta pruebas sobre las cooperaciones entre la embajada británica en La Paz (capital administrativa de Bolivia), y la entonces presidenta interina de Bolivia Jeanine Añez, quien asumió el poder de manera de facto, tras el golpe contra Morales.
Conforme a los documentos desclasificados, la colaboración entre Añez y embajada británica fue un factor clave incluso en la consecución del derrocamiento y posterior persecución de los miembros del Movimiento Al Socialismo (MAS), que lidera Morales.
ONU, preocupada por persecución política en Bolivia
Los documentos del Ministerio de Asuntos Exteriores británico, obtenidos por Declassified UK, muestran que el Reino Unido respaldó el régimen dictatorial de Bolivia, encabezado por Áñez, para realizar el golpe —que dejó decenas de muertos en las manifestaciones pro-MAS y antifascistas—, teniendo el objetivo de abrir los depósitos de litio de Bolivia a las empresas británicas.
La Cancillería británica pagaría a una empresa con sede en Oxford para optimizar la “explotación” de los depósitos de litio de Bolivia un mes después de que Morales abandonó en noviembre de 2019 el país andino. Cuatro meses después la embajada de Reino Unido, como un “socio estratégico” del régimen golpista organizó un evento minero internacional en Bolivia.