China ha descartado las acusaciones estadounidenses de genocidio en su región de Xinjiang como «absolutamente ridículas y completamente contrarias a los hechos», y dijo que son los legisladores en Washington quienes deberían llevar el «sombrero de genocidio».
El miércoles, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, dijo que Beijing se opone firmemente a la insistencia de Estados Unidos en difundir rumores e información falsa sobre los asuntos internos de China, y pidió a Washington que proporcione pruebas reales.
Con respecto a los rumores sobre los abusos de los derechos humanos cometidos por China en Xinjiang, Zhao afirmó que la población uigur se ha duplicado de 5,55 millones a más de 12 millones en los últimos 40 años.
El portavoz sostuvo que el llamado «sombrero del genocidio» es de Estados Unidos para mantener, ya que acusó a Washington de acabar con la población indígena nativa de América del Norte.
Cualquiera que conozca la historia de Estados Unidos debe saber que Estados Unidos, a través de la expansión hacia el oeste, expulsó y mató a los indios estadounidenses. La población india se desplomó de cinco millones en 1492 a 250.000 a principios del siglo XX, una disminución del 95 por ciento ”, afirmó Zhao.
Estados Unidos y sus aliados occidentales han presentado con frecuencia acusaciones de genocidio contra China, pero Pekín ha desestimado las pruebas que circulan ampliamente en los medios occidentales.
La semana pasada, Beijing respondió a las acusaciones de abuso en Xinjiang hechas por mujeres testigos uigures, sugiriendo que las mujeres eran de «mal carácter» e incluso acusaron a algunas de tener aventuras y una de tener una enfermedad de transmisión sexual.
China dice que la puerta a «Xinjiang está abierta al mundo», pero advierte que cualquier delegación visitante no debería ser un «grupo de trabajo de investigación» con la presunción de culpabilidad.