A fines de febrero, el Ejército Popular de Liberación de China (EPL) arremetió contra el destructor estadounidense Curtis Wilbur que atravesaba el Estrecho de Taiwán, en una medida que, según el EPL, socava la «paz y estabilidad» de la región.
El jefe del Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos (USINDOPACOM), el almirante Philip Davidson, ha afirmado que Taiwán puede convertirse en una de las ambiciones de China en los próximos años, una señal del impulso de Beijing para impulsar su influencia militar en Asia.
Hablando en una audiencia del Comité de Servicios Armados del Senado de Estados Unidos el martes, Davidson expresó su preocupación de que China esté acelerando sus «ambiciones de suplantar a Estados Unidos y nuestro papel de liderazgo en el orden internacional basado en reglas […] para 2050».
«Taiwán es claramente una de sus ambiciones antes de eso. Y creo que la amenaza se manifiesta durante esta década, de hecho, en los próximos seis años», argumentó el comandante de USINDOPACOM.
Advirtió que la creciente asertividad militar de China en Asia corre el riesgo de crear una situación «desfavorable» para Estados Unidos y reducir drásticamente el nivel de disuasión.
«Estamos acumulando riesgos que pueden envalentonar a China para cambiar unilateralmente el status quo antes de que nuestras fuerzas puedan dar una respuesta efectiva. No puedo por mi vida comprender algunas de las capacidades que están poniendo en el campo, a menos que [ …] Es una postura agresiva ”, afirmó el almirante.
Por otra parte, acusó a Pekín de hacer importantes reclamos territoriales en el Mar de China Meridional y de amenazar a la isla estadounidense de Guam, que según Davidson es «un objetivo hoy» y que «debe ser defendida y […] preparada para las amenazas que ven en el futuro «.
Mientras tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China se apresuró a rechazar las afirmaciones de Davidson, y el portavoz Zhao Lijian afirmó que «algunos estadounidenses continúan utilizando el tema de Taiwán para exagerar la amenaza militar de China».
«Pero, en esencia, Estados Unidos busca un pretexto para aumentar su gasto militar, expandir sus fuerzas e interferir en los asuntos regionales», enfatizó el vocero.
Además de Beijing, las islas del Mar de China Meridional son reclamadas por una serie de países, incluidos Filipinas, Brunei, Malasia, Taiwán y Vietnam. A pesar de no tener reclamos sobre los territorios, Estados Unidos también participa activamente en la disputa, enviando repetidamente sus buques de guerra a la región para realizar misiones de «libertad de navegación» y provocando duras críticas de Pekín, que describe tales actos como «provocaciones».