El mes pasado, el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, aseguró a los aliados de la OTAN que Estados Unidos no se retiraría de Afganistán de manera apresurada o desordenada.
Todas las opciones para los 2.500 soldados estadounidenses que se encuentran actualmente en Afganistán «siguen sobre la mesa», dijo el lunes una portavoz del Departamento de Estado.
Añadió que Estados Unidos «no ha tomado ninguna decisión sobre la posición de nuestras fuerzas en Afganistán después del 1 de mayo».
La declaración se produce poco después de que el secretario de Estado Antony Blinken señalara en una carta al presidente afgano Ashraf Ghani que la Casa Blanca está «considerando la retirada total de las fuerzas [estadounidenses] [de Afganistán] antes del 1 de mayo mientras consideramos otras opciones».
La veracidad de la carta fue confirmada por altos funcionarios afganos, pero rechazada por el Departamento de Estado.
Según Blinken, Estados Unidos está haciendo esfuerzos «para mover las cosas de manera más fundamental y rápida hacia un acuerdo y un alto el fuego permanente y completo» en Afganistán.
En la carta, el secretario de Estado pidió aparentemente a la ONU que convocara a ministros de relaciones exteriores y enviados de China, India, Irán, Pakistán, Rusia y Estados Unidos para «discutir un enfoque unificado para apoyar la paz en Afganistán».
Según los informes, Blinken también expresó su preocupación de que si Estados Unidos retira sus tropas de Afganistán, «la situación de seguridad [allí] empeorará», lo que podría ayudar a los talibanes a lograr «rápidos avances territoriales». El secretario de Estado expresó su esperanza de que Ghani «comprenda la urgencia» de su tono, según la carta.
Ninguna salida apresurada de Afganistán, dice el Pentágono
Los comentarios informados se produjeron después de que el Pentágono dijera en un comunicado a mediados de febrero que el secretario de Defensa Lloyd Austin prometió que Estados Unidos no abandonaría Afganistán de manera apresurada.
«Dijo a los aliados [estadounidenses] que Estados Unidos está llevando a cabo una revisión exhaustiva de las condiciones del Acuerdo entre Estados Unidos y los talibanes para determinar si todas las partes se han adherido a esas condiciones. Y dejó en claro que está comprometido a consultar con aliados y socios». A lo largo de este proceso. Aseguró a los aliados que Estados Unidos no emprendería una retirada apresurada o desordenada de Afganistán «, subrayó el comunicado.
En un acuerdo separado en ese momento, los talibanes instaron a Estados Unidos a ceñirse al acuerdo de paz de Doha mientras la administración Biden lo revisaba.
El 29 de febrero de 2020, Estados Unidos y los talibanes llegaron a un acuerdo de paz largamente esperado, acordando una retirada condicional de las tropas estadounidenses para mayo de 2021 a cambio de la garantía del movimiento de que Afganistán no se convertiría en un refugio seguro para los terroristas. En enero de 2021, la nueva administración estadounidense lanzó una revisión de casi todas las políticas de la era Trump, incluido el acuerdo de Doha.
Al final de su mandato presidencial, el ex presidente Donald Trump anunció reducciones significativas en los contingentes militares estadounidenses en Afganistán e Irak, con el número de tropas estadounidenses en Afganistán reducido de 14.000 a 2.500.