En la provincia de Daraa se encontró un gran alijo de uno de los grupos radicales extremistas.
Daraa sigue siendo uno de los puntos calientes en el mapa de Siria, a pesar de que las fuerzas gubernamentales la controlaron en el 2018. Tras la caliente fase militar de la retirada a Idlib o la derrota de las principales fuerzas de los extremistas, todavía quedan células dormidas de grupos radicales en la provincia, cuyos miembros atacan el transporte, los puestos de control y las ubicaciones del ejército sirio.
Recientemente, los militares rusos se han sumado nuevamente al proceso de asentamiento en esta provincia, habiendo logrado nivelar la situación que había comenzado a tensarse y darle un rumbo positivo.