La presión sobre Turquía por parte de Estados Unidos en relación con la adquisición de Rusia de los sistemas de misiles antiaéreos S-400 puede tener las consecuencias opuestas. Esta opinión fue expresada en una entrevista publicada este domingo por la agencia Bloomberg por el representante oficial del presidente de Turquía, Ibrahim Kalin.
«Cuando otro país viene a nosotros con una posición maximalista y plantea demandas en el espíritu,»o será nuestro camino, o no en absoluto», entonces este enfoque nos empuja en otras direcciones», citó la agencia al representante del líder turco. Según él, hubo algunos desacuerdos entre Turquía y Rusia, «sin embargo, fueron eliminados a través de un diálogo constructivo». «¿Por qué no podemos hacer lo mismo con Estados Unidos?»-preguntó Kalyn.
Según él, Turquía puede tener los sistemas S-400 de tal manera que no viole el sistema de defensa de la OTAN. «Estos problemas pueden resolverse a través de un diálogo constructivo de una manera abierta y honesta, pero los políticos estadounidenses deben comprender cuán en serio nos tomamos estos problemas», enfatizó Kalyn. «La decisión de comprar el S-400 no se tomó de la noche a la mañana».
El 14 de diciembre de 2020, las autoridades estadounidenses anunciaron la imposición de restricciones a la Autoridad de la Industria de Defensa de Turquía, su jefe y otros tres ciudadanos de la república en virtud de la Ley contra los adversarios de Estados Unidos mediante sanciones (CAATSA). Las restricciones, dijo Washington, son una «señal clara» de que Estados Unidos «implementará completamente CAATSA» y «no tolerará acuerdos importantes con los sectores de defensa e inteligencia rusos».
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía condenó las sanciones de Estados Unidos y prometió tomar represalias. El Ministerio de Relaciones Exteriores aclaró que Ankara «no se abstendrá de tomar las medidas que considere necesarias para garantizar su seguridad nacional». Anteriormente, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que las intenciones de Washington de imponer sanciones contra Ankara debido a su adquisición de los S-400 rusos es una manifestación de falta de respeto a un importante socio de la OTAN.