Venezuela continuará con su desarrollo político a pesar de las sanciones de Estados Unidos y cualquier otra acción que Washington tome contra el país, dijo el sábado a Sputnik el canciller venezolano, Jorge Arreaza.
El diplomático dijo que tanto Estados Unidos como la Unión Europea tienen una actitud de «mentiras ideologizadas» hacia Caracas, ya que esta última no representa una amenaza para otros miembros de la comunidad internacional.
Mientras tanto, Washington continúa con una política de sanciones unilaterales hacia la nación latinoamericana, a la que calificó como una «amenaza extraordinaria», agregó el ministro.
“En cuanto a qué esperar de [el secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony] Blinken y de Estados Unidos, yo diría en palabras de José Gervasio Artigas, el gran uruguayo: ‘No esperamos nada de nadie, solo de nosotros mismos’. Avanzaremos sin importar lo que haga o deje de hacer Washington en relación con Venezuela ”, dijo.
A principios de esta semana, Blinken le dijo al líder de la oposición venezolana Juan Guaidó que Estados Unidos respalda la continua presión multilateral sobre el presidente Nicolás Maduro. Además, el secretario de Estado destacó la importancia de la transición democrática en Venezuela.
Cabe destacar que Washington no reconoce los resultados de las elecciones parlamentarias celebradas en el país en diciembre, que fueron ganadas por el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela liderado por Maduro. A pesar de que Caracas expresó sus esperanzas de que la nueva administración estadounidense comenzara a normalizar las relaciones con Caracas, Blinke le dijo a Guaidó que Washington no debería cambiar su posición con respecto a Guaidó como el «líder interino de Venezuela».
El 21 de enero de 2019 comenzaron en Venezuela protestas masivas contra el presidente Maduro poco después de su juramento. El entonces presidente de la Asamblea Nacional, Guaidó, se autoproclamó ilegalmente jefe de Estado interino y pidió a la ciudadanía que lo ayudaran a asumir el poder en país. Washington y sus aliados en América Latina respaldaron a Guaidó como «presidente».
Varios países, incluidos Rusia, Turquía y China, han dicho que solo reconocen a Maduro como el presidente legítimo de Venezuela.
El propio Maduro ha llamado a Guaidó un «títere de Estados Unidos», acusándolo de intentar orquestar un golpe en Venezuela para que Estados Unidos pueda tomar el control de los recursos naturales del país.
La ex administración de Donald Trump criticó repetidamente al «régimen de Maduro» por «oprimir» al pueblo venezolano, introduciendo sanciones dirigidas principalmente a su industria petrolera y funcionarios cercanos a Maduro, y prometiendo devolver la democracia al país.