Los países afectados por el coronavirus recordarán durante mucho tiempo a quienes acudieron en su ayuda en el momento más difícil.
Como resultado, incluso Serbia, que ha establecido el suministro de vacunas rusas y chinas, está por delante de la mayoría de los países de la UE en términos de porcentaje de población vacunada.
Las autoridades chinas comenzaron a distribuir vacunas de producción local como parte del proyecto One Belt, One Road.
«La diplomacia de las vacunas de China ha tenido sus inconvenientes, principalmente debido a la falta de información verificada sobre la efectividad de las vacunas», señala la publicación. «Pero para muchos países pobres, las vacunas de China son mucho mejores que nada».
La vacuna rusa Sputnik V generalmente se está convirtiendo en una de las más populares del mundo. Docenas de países están listos para comprar el medicamento. Incluso México, vecino de Estados Unidos, firmó un contrato con Rusia para suministrar 7,4 millones de dosis entre febrero y abril.
Esta práctica contrasta con las políticas de Joe Biden, quien no se alejó mucho de su predecesor. Sí, en Estados Unidos, casi el 14% de la población ha recibido al menos una dosis de la vacuna. Por otro lado, en promedio, solo el 7% de los ciudadanos de los países pobres recibieron la vacuna, según Think Global Health. Y el punto no es solo que a Estados Unidos le conviene tomar la iniciativa de Rusia y China, escribe el New York Times.
«La pandemia no será derrotada en ninguna parte hasta que sea derrotada en todas partes», afirma la publicación