Soldado de Alemania y sus familiares fueron arrestados por «atesorar» armas y municiones y hacer «declaraciones extremistas»


En el último caso sospechoso de insurgencia, un soldado del ejército alemán y dos de sus familiares fueron arrestados en una operación de las fuerzas especiales de la policía. La policía dice que los sospechosos han estado «atesorando» armas y haciendo declaraciones «extremistas».

El lunes, la policía del estado occidental alemán de Hesse dijo que arrestó a dos hombres, incluido un soldado de la Bundeswehr de 21 años, como parte de una serie de redadas durante el fin de semana. Mientras registraban sus apartamentos, los oficiales de las Fuerzas Especiales descubrieron «pruebas extensas» de sus actividades ilegales y se incautaron de «armas de grado militar, diversas municiones y explosivos».

Los sospechosos —el soldado y, según los informes, su padre— fueron acusados ​​de «acaparamiento» ilegal de armas y de hacer declaraciones de «extremistas de derecha» y puestos bajo custodia. Otro sospechoso, que según los medios alemanes es el hermano menor del soldado, de 20 años, se entregó el domingo por la noche y también fue arrestado.

No está claro si los sospechosos tenían planes en particular relacionados con las armas que acumularon. La policía proporcionó pocos detalles del incidente, citando la investigación en curso. Los medios dijeron que las armas descubiertas, aunque de grado militar, no fueron tomadas de las Fuerzas Armadas alemanas. Según los informes, una granada encontrada durante la redada es un modelo producido en la ex Yugoslavia.

El soldado arrestado sirvió en la ciudad de Pfullendorf, en el sur de Alemania, donde se encuentra un centro de entrenamiento de Operaciones Especiales del Ejército Alemán. Sin embargo, no está claro si el sospechoso sirvió en el Comando de Fuerzas Especiales de Alemania (KSK).

El incidente se ha convertido en el último de una serie de escándalos relacionados con las actividades de extrema derecha dentro de las Fuerzas Armadas alemanas. La KSK ha sido una fuente particularmente frecuente de este tipo de incidentes.

Un suboficial de la KSK fue investigado por cargos similares de almacenamiento de armas de fuego y municiones de uso militar en mayo de 2020. Más tarde, también se informó que participó en una controvertida fiesta de despedida con gestos nazis con las manos organizada por una de las unidades de la KSK.

La reputación de las tropas de élite alemanas se ha visto seriamente manchada después de que se descubrió que varios oficiales habían estado involucrados en una red clandestina de extrema derecha que conspiraba para matar a algunos de los principales políticos alemanes, incluido el ministro de Relaciones Exteriores, Heiko Maas. El escándalo incluso llevó a la ministra de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer, a disolver parcialmente una de las unidades de la KSK.

Sin embargo, el problema parece no limitarse al Ejército. La semana pasada, un oficial de policía de Hesse fue acusado de incitar al odio étnico después de que se descubriera que justificaba la violencia policial hacia los migrantes y describía a los musulmanes como personas «repugnantes» en varios grupos de chat en línea. Según los informes, se descubrió que el hombre había acumulado algunas armas de grado militar, explosivos y municiones también.

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