La Fuerza Aérea de los Estados Unidos llevó a cabo ataques aéreos en el territorio de Siria sin el consentimiento de Damasco el 25 de febrero con el objetivo de destruir una instalación perteneciente a la milicia iraquí «respaldada por Irán», que supuestamente fue responsable de ataques anteriores a las instalaciones estadounidenses en Irak.
El ataque estadounidense de la semana pasada contra la presunta instalación de la milicia «respaldada por Irán» en el territorio de Siria cerca de la frontera con Irak mató a un combatiente e hirió a otros dos, según el portavoz del Pentágono, John Kirby. Sin embargo, agregó que las cifras aún se están recopilando y podrían cambiar en el futuro.
El ataque aéreo se llevó a cabo por la noche entre el 25 y el 26 de febrero en la provincia de Deir ez-Zor, fronteriza con Irak. Según las imágenes satelitales comparativas publicadas después del ataque, alrededor de 10 edificios fueron destruidos como resultado del ataque.
Washington afirma que el ataque aéreo se llevó a cabo en respuesta a los ataques con cohetes contra las instalaciones estadounidenses en Irak por parte de la milicia local, que Estados Unidos insiste en que está respaldada por Irán.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, agregó que el ataque envía un «mensaje inequívoco» a Teherán, que sus supuestas acciones no quedarán sin respuesta.
Las posiciones estadounidenses en Irak suelen ser objeto de ataques, pero un ataque con cohetes el 15 de febrero provocó la muerte de un contratista y varios estadounidenses e iraquíes heridos, lo que provocó la respuesta de Washington. Saraya Awliya al-Dam, un grupo militante chiíta, se atribuyó la responsabilidad del ataque.
Sin embargo, el ataque aéreo contra las supuestas posiciones de la milicia en Siria fue recibido con una fuerte condena de Damasco, que criticó la medida como una violación de su soberanía. Irán y Rusia también se unieron a las críticas, señalando que Washington violó las leyes internacionales al llevar a cabo ataques aéreos en el territorio del estado soberano. Moscú y Damasco también aprovecharon la oportunidad una vez más para recordarle a Estados Unidos que sus tropas todavía están desplegadas ilegalmente en la República Árabe sin un mandato de la ONU. Washington insiste en que su presencia es necesaria para proteger las instalaciones petroleras locales de presuntos restos terroristas.