El jueves, United Kingdom Maritime Trade Operations (UKMTO) informó, sin proporcionar más detalles, que un buque de carga había sido alcanzado por una explosión en el Golfo de Omán a las 20:40 GMT.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, señaló a Irán por la explosión del jueves a bordo de un carguero de propiedad israelí en el Golfo de Omán.
«Esta fue de hecho una operación de Irán. Eso está claro», dijo a Kan Radio el lunes.
Cuando se le preguntó si Israel tomaría represalias por el incidente, Netanyahu repitió declaraciones anteriores sobre su impulso para evitar que Irán desarrolle armas nucleares.
Habló un día después de que el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, afirmara que Irán podría ser responsable de la explosión, que causó varios agujeros en los costados de babor y estribor del barco con bandera de las Bahamas. Este último fue identificado posteriormente como MV Helios Ray. La explosión no inutilizó la embarcación ni causó víctimas, pero obligó a la embarcación a anclar en Dubai para su reparación el sábado.
«Necesitamos seguir investigando. Los iraníes están buscando dañar a los israelíes y la infraestructura israelí. La proximidad a Irán lleva a la evaluación de que existe la posibilidad de que se trate de una iniciativa iraní. Estamos comprometidos a seguir comprobando», señaló Gantz.
Esto fue precedido por la empresa de gestión de riesgos marítimos Dryad Global que tuiteó el viernes que la explosión podría deberse a una «actividad asimétrica del ejército iraní». Teherán aún no se ha pronunciado al respecto.
Dryad Global también afirmó que la explosión tuvo lugar cuando el barco con 28 miembros de la tripulación a bordo estaba a unas 44 millas náuticas (50 millas) de la capital de Omán, Muscat.
Tensiones Irán-Israel
Los acontecimientos se producen en medio de las continuas tensiones entre Teherán y el aliado de Israel, Estados Unidos. Las relaciones entre los dos se han tensado desde que el entonces presidente Donald Trump anunció la salida unilateral de Washington del acuerdo nuclear con Irán de 2015, también conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), en mayo de 2018, y el restablecimiento de estrictas sanciones económicas contra el República Islámica.
Exactamente un año después, Teherán anunció que había comenzado a reducir algunas de sus obligaciones del JCPOA, incluidas las relacionadas con el enriquecimiento de uranio.
En lo que respecta a Israel e Irán, las relaciones entre las dos partes permanecen congeladas, y Teherán niega el derecho del estado judío a existir y con frecuencia se compromete a destruirlo.
Israel, a su vez, acusa a Irán de intentar obtener un arma nuclear y de impulsar su presencia militar en Siria. Teherán insiste en que solo hay asesores militares iraníes en el país árabe para ayudar a Damasco a combatir los grupos terroristas.