Han estallado enfrentamientos entre la policía de Atenas y los manifestantes que apoyan a un sicario de extrema izquierda encarcelado, que fue hospitalizado después de una larga huelga de hambre. Los oficiales lanzaron gases irritantes en un intento de forzar a la turba a una estación de metro.
Las refriegas entre decenas de manifestantes de izquierda y las fuerzas del orden estallaron en el centro de Atenas el viernes.
Las imágenes de la escena muestran a la policía y a la multitud enfurecida en una pelea de empujones en la entrada de una estación de metro. Las autoridades lanzaron gases irritantes mientras intentaban empujar a los manifestantes hacia la estación. Los manifestantes, a su vez, rociaron a la policía con un extintor.
El país ha sido testigo de una serie de protestas recientes en apoyo de Dimitris Koufontinas, un sicario convicto del ahora desaparecido grupo de extrema izquierda del 17 de noviembre, que está cumpliendo múltiples cadenas perpetuas por sus asesinatos.
Koufontinas, quien fue declarado culpable de matar a 11 personas, exigió un traslado de una prisión de alta seguridad en Domokos, ubicada en el centro de Grecia, a la prisión de Korydallos en Atenas, para poder estar cerca de su familia. Sin embargo, el traslado fue rechazado, ya que la instalación solo alberga a sospechosos en prisión preventiva en lugar de presos condenados, y el sicario posteriormente inició una huelga de hambre.
Se negó a comer durante unos 50 días y, como resultado, su salud se ha deteriorado enormemente. El hombre de 63 años se encuentra ahora en «estado crítico» y «en el límite del coma», han dicho sus familiares a la AFP.
El grupo terrorista del 17 de noviembre estuvo activo entre 1975 y principios de la década de 2000. Cometió más de 20 asesinatos de alto perfil, con diplomáticos turcos, un agregado militar británico e incluso un jefe de estación de la CIA entre sus víctimas.