Un soldado de las Fuerzas de Defensa de Israel murió después de que un oficial le disparara accidentalmente en la cabeza, pero su familia decidió donar sus órganos, supuestamente salvando a un paciente con coronavirus con pulmones destrozados y a un hombre que necesitaba un corazón.
Yonatan Granot, de 22 años, que era soldado de la unidad de infantería de la Brigada Nahal, sufrió una herida de bala en la cabeza durante el entrenamiento en un campo de tiro el martes.
Según la investigación inicial de las FDI, un rifle Ruger, que acababa de ser utilizado por una de las tropas, disparó accidentalmente una bala después de ser recogido por el comandante de la unidad.
Granot fue atacado con una bala calibre 22, generalmente utilizada por las fuerzas de seguridad israelíes para dispersar manifestaciones palestinas. El ejército israelí ha estado promocionando estas rondas como «menos letales» que las municiones más grandes empleadas en operaciones militares. El grupo de derechos humanos B’Ttselem ha estado pidiendo durante años que se ponga fin al uso de esta munición contra los manifestantes, diciendo que es letal y que no puede considerarse «no fuego real».
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El joven herido fue trasladado de urgencia en helicóptero a un hospital en Jerusalén, pero no pudo ser salvado, y su muerte se anunció oficialmente tres días después.
Luego, la familia tomó la decisión de permitir el uso de los órganos de Granot para una causa noble. Los pulmones del difunto fueron donados a un hombre de unos 50 años que se estaba recuperando de Covid-19 en el Centro Médico Sheba cerca de Tel-Aviv. Necesitaba urgentemente un nuevo órgano después de sufrir un colapso pulmonar debido al virus.
Se convirtió en el primer trasplante de pulmón para un paciente con coronavirus realizado en Israel, y ha sido calificado como un éxito. «El proceso quirúrgico fue muy difícil, pero los médicos lo hicieron», dijo el Dr. Amir Onn, jefe del departamento de neumología del centro.
Otro hombre de unos 60 años, que sobrevivía con un corazón artificial, recibió el corazón donado por Granot. Su cirugía también se llevó a cabo en el Centro Médico Sheba y, según los informes, salió bien.
El hígado, el páncreas y ambos riñones de Granot fueron donados a otras instalaciones médicas del país, informaron medios locales.
El fiscal militar aún debe decidir si presenta cargos contra el comandante que manejó el arma disparada. Ha permanecido bajo custodia desde el incidente y, según los informes, puede ser acusado de homicidio involuntario.