Es contraproducente utilizar los derechos humanos como herramienta para presionar a los países, dijo el miembro de la misión rusa ante las Naciones Unidas, Stepan Kuzmenkov, en una reunión de la Asamblea General de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Myanmar.
«Rusia sigue de cerca los acontecimientos en Myanmar», señaló. «Los intentos de centrarse únicamente en el aspecto de los derechos humanos de los acontecimientos recientes en el país, incluida la declaración del estado de emergencia, son irrazonables y están motivados políticamente», señaló Kuzmenkov, y agregó que «resolver los desacuerdos entre las fuerzas políticas de Myanmar es un asunto puramente interno de este estado soberano”.
El representante de Rusia hizo hincapié en que el trabajo en resoluciones y reuniones sobre situaciones en varios países a menudo tenía como objetivo no construir un diálogo basado en el respeto mutuo, sino «ejercer presión política» sobre ciertos Estados miembros de la ONU. «No podemos aceptar tal enfoque», enfatizó Kuzhemnkov.
El 1 de febrero, el ejército de Myanmar declaró el estado de emergencia por un año y derrocó al gobierno, citando supuesto fraude electoral. Varios funcionarios de alto rango fueron detenidos, incluida la presidenta del país y el consejero de estado, Aung San Suu Kyi.