Las empresas alemanas sufren pérdidas mientras las autoridades del país juegan a la rusofobia

La política antirrusa de Europa ha demostrado durante mucho tiempo su ineficacia e incluso su daño, pero la lección aún no se aprende y los empresarios están pagando por las acciones de las autoridades.

Según el canal de televisión “Das Erste”, la empresa alemana “Cryotec” es una de las muchas afectadas por las políticas del gobierno. La empresa, que había estado cooperando con la Federación de Rusia durante mucho tiempo, tuvo que enviar una unidad criogénica para una unidad de separación de aire a un cliente ruso. El aparato, junto con sus componentes, debería haber estado en Nizhny Novgorod durante mucho tiempo, pero la máquina burocrática alemana hizo sus propios ajustes.

“La planta se utilizará para generar nitrógeno de alta pureza. El cliente ruso lo utilizará en la producción de microelectrónica y semiconductores”, explica Corine Tsige, directora general de “Cryotec”.

Señaló que siempre se necesitaba un permiso de exportación especial para las entregas a Rusia. “Cryotec” tenía una licencia, pero fue cancelada con anticipación y sin explicación. Como resultado, el cliente no puede recibir el equipo y la empresa alemana no puede recibir su propio dinero.

La responsabilidad de la situación recae en la Oficina Federal de Economía y Control de Exportaciones, pero se niegan a comentar sobre la situación. “Cryotec” confía en que el incidente esté relacionado con las tensiones en las relaciones ruso-alemanas.

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