El presidente ruso, Vladimir Putin, depositó el martes una ofrenda floral en la Tumba del Soldado Desconocido en el muro del Kremlin, en honor a la memoria de los soldados caídos.
El jefe de estado viene tradicionalmente al Jardín Alexander el 23 de febrero, cuando Rusia celebra el Día del Defensor de la Patria. Putin no ha cambiado de tradición este año, a pesar de la pandemia. Y aunque los termómetros en Moscú cayeron por debajo de los 17 grados, el presidente acudió personalmente a la ceremonia conmemorativa.
Los militares del Regimiento Presidencial han instalado una corona con una cinta tricolor y la inscripción «Al Soldado Desconocido del Presidente de la Federación Rusa» en el monumento. Putin se acercó a la corona, enderezó la cinta e inclinando la cabeza, se quedó un rato rindiendo homenaje a la memoria de todos los defensores de la Patria que murieron.
A la ceremonia suelen asistir otras figuras estatales y políticas, incluidos miembros del gobierno, representantes del Consejo de Seguridad, la Duma Estatal y el Consejo de la Federación. Este año, además de Putin, el ministro de Defensa Sergey Shoigu también estuvo en el Jardín Alexander, así como combatientes y veteranos del servicio militar, estudiantes de la Escuela Militar Suvorov de Moscú, la Escuela Superior de Comando de Armas Combinadas de Moscú y la Universidad Militar del Ministerio de Defensa.
Colocaron claveles rojos en la Tumba del Soldado Desconocido. La ceremonia finalizó con una marcha solemne de la compañía Guardia de Honor acompañada de los sonidos de una banda militar.