Afganistán vio aumentar la violencia contra la población civil a pesar de las negociaciones de paz: Informe de la ONU


Un informe de la ONU ha expuesto el “terrible sufrimiento sufrido por los ciudadanos afganos” a lo largo de 2020, a pesar de las conversaciones de paz que se están llevando a cabo, dejando al país como uno de los “lugares más mortíferos del mundo” para un civil.

Si bien las cifras indican que el número total de víctimas civiles en 2020 (8.820) fue un 15 por ciento menor que el año anterior, los datos muestran que hubo un aumento significativo en las víctimas civiles en los últimos tres meses del año, después de que comenzaron las conversaciones de paz en el país.

El organismo internacional ve la violencia continua como la consecuencia devastadora de «las partes que se niegan a considerar un alto el fuego», y utiliza el informe para emitir un nuevo llamado a la interrupción de la lucha para permitir que las conversaciones de paz prosigan sin interrupciones.

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, advirtió que las estadísticas muestran que Afganistán todavía «sigue siendo uno de los lugares más mortíferos del mundo para ser un civil».

Este informe marca la primera vez desde que la ONU comenzó a documentar la violencia que han aumentado las víctimas civiles en los últimos meses del año, ya que las cifras aumentaron un 45 por ciento durante el cuarto trimestre de 2020, en comparación con el mismo período de 2019.

«Este informe documenta el terrible sufrimiento sufrido por los civiles afganos en 2020, un año que podría haber acercado a Afganistán a la paz», dijo la Representante Especial de la ONU para Afganistán, Deborah Lyons, en un comunicado.

Sin embargo, los talibanes emitieron una respuesta el martes que refutó las conclusiones del informe, argumentando que no tuvo en cuenta «las preocupaciones, la información precisa y los detalles precisos» que fueron compartidos por el grupo.

Las conversaciones de paz entre el gobierno afgano y los talibanes comenzaron en Qatar en septiembre de 2020, lo que marca la primera vez que el grupo militante y los funcionarios del gobierno mantienen conversaciones directas.

Estados Unidos ha jugado un papel clave en la intermediación de las conversaciones de paz y, en febrero de 2020, se firmó un acuerdo entre la administración Trump y los talibanes que acuerdan traer la paz a la región y poner fin a casi dos décadas de guerra. El acuerdo haría que Estados Unidos retirara tropas de la región dentro de 14 meses y los talibanes cortarían los lazos con Al-Qaeda y trabajarían para evitar que otros extremistas militantes tomen el control del territorio.

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