La declaración de Khamenei se produce pocas horas después de que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, señalara que Washington buscaba «alargar y fortalecer» el acuerdo sobre el programa nuclear de Irán.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, ha prometido que la postura de Teherán sobre el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), también conocido como el acuerdo nuclear de Irán de 2015, no cambiará y que el país no cederá a la presión internacional, ya que enfatizó que Estados Unidos y los países europeos han tratado a Irán de manera injusta.
El líder supremo sugirió que Irán podría continuar enriqueciendo uranio aumentando el porcentaje hasta en un 60%.
«El nivel de enriquecimiento de uranio de Irán no se limitará al 20%. Lo aumentaremos al nivel que necesite el país … Podemos aumentarlo al 60%», dijo Khamenei.
Si bien enfatizó que Irán no busca armas nucleares, Jamenei señaló que «nadie» podría impedir que Teherán adquiera armas de destrucción masiva si quisiera.
Los comentarios de Jamenei se hicieron eco de una declaración del domingo del ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, quien enfatizó que Teherán no estaba tratando de crear armas nucleares.
Zarif, por su parte, dejó en claro que los pasos de Teherán para reducir algunos de sus compromisos en virtud del acuerdo tras la retirada unilateral de Estados Unidos del acuerdo nuclear eran reversibles.
«Estados Unidos debe volver al acuerdo y levantar todas las sanciones … Estados Unidos es adicto a las sanciones, pero deben saber que Irán no cederá a la presión», agregó el canciller.
A principios de enero, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que la decisión de Irán de aumentar el enriquecimiento de uranio significaba que Teherán buscaba desarrollar armas nucleares. Los funcionarios iraníes desestimaron las acusaciones como infundadas, diciendo que «un régimen que tiene armas nucleares no puede acusar a Irán de buscar obtener armas nucleares».
Los comentarios de Netanyahu siguieron a informes sobre la reanudación de la República Islámica del enriquecimiento de uranio en un 20 por ciento. Según el JCPOA, a Teherán solo se le permitió enriquecer uranio hasta un 3,67 por ciento.