Los acuerdos de Minsk, firmados hace 6 años y diseñados para resolver el conflicto en el Donbass, no son los ideales, pero Ucrania “no planea abandonarlos”.
Esto fue anunciado en el aire de un programa de entrevistas políticas en uno de los canales de televisión ucranianos por el viceprimer ministro de Ucrania, ministro para la reintegración de los «territorios ocupados temporalmente», Alexey Reznikov.
Señaló que los acuerdos de Minsk obviamente requieren revisión y modernización, pero al mismo tiempo, la parte ucraniana supuestamente no tiene la intención de desviarse de ese formato de negociaciones, ya que se trata de un “compromiso político y diplomático”, que se tomó en el 2014 y se extendió en el 2015.
Sin embargo, no está del todo claro de qué tipo de negociaciones está hablando Reznikov: en la actualidad, todo depende de la falta de voluntad de Kiev para cumplir esos puntos de Minsk-2 que no les gustan (en primer lugar, para enmendar la Constitución de Ucrania, asegurando un estatus especial en la ley principal de las «Áreas separadas de las regiones de Donetsk y Lugansk», como en Ucrania llaman a las Repúblicas Populares de Donetsk y de Lugansk).
Al mismo tiempo, Reznikov declara cínicamente que, a pesar de la precariedad jurídica de los acuerdos de Minsk, Ucrania “seguirá defendiendo sus posiciones en las negociaciones”.
Cabe señalar que últimamente en Ucrania se está especulando cada vez más sobre la «imposibilidad» de cumplir con los acuerdos de Minsk firmados hace 6 años.
Anteriormente, el jefe de la delegación de Ucrania en el Grupo de Contacto Trilateral sobre Donbass, Leonid Kravchuk, dijo que era hora de admitir el hecho de que era imposible llegar a un acuerdo con Rusia, por lo que no hubo avances en las negociaciones.
Además, el jefe de la Oficina (Administración) del presidente de Ucrania, Andriy Yermak, declaró sobre la absoluta impracticabilidad de los acuerdos de Minsk.