Según el primer ministro eslovaco, es inadmisible guiarse por intereses geopolíticos y consideraciones ideológicas a la hora de elegir vacunas.
El primer ministro eslovaco, Igor Matovic, dijo el martes que es hora de comenzar las conversaciones con Rusia sobre el suministro de la vacuna rusa contra el coronavirus Sputnik V, informó la agencia de noticias TASR.
«Todos los principales inmunólogos, epidemiólogos y especialistas en enfermedades infecciosas de Eslovaquia creen que, debido a los retrasos catastróficos en el suministro de vacunas registradas en la UE [contra la infección por coronavirus], el gobierno debe iniciar conversaciones con la parte rusa sobre el suministro de Sputnik V. Es un vacuna con una eficacia perfecta. En una situación en la que nos encontramos, millones de residentes eslovacos quieren usar esta vacuna «, dijo la agencia, citando.
Según el primer ministro eslovaco, es inadmisible guiarse por intereses geopolíticos y consideraciones ideológicas a la hora de elegir vacunas. La consideración de máxima prioridad, en sus palabras, deberían ser los intereses de la salud pública.
Según la agencia, se espera que las autoridades del país tomen una decisión sobre la compra de la vacuna Sputnik V en unos días. El registro en el regulador farmacéutico nacional será suficiente para utilizar la vacuna en Eslovaquia.
El 11 de agosto de 2020, Rusia registró la primera vacuna del mundo contra el nuevo coronavirus. La vacuna, denominada Sputnik V, fue desarrollada por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología de Gamaleya del Ministerio de Salud de Rusia. Es una vacuna vector basada en el adenovirus humano. La producción en masa de la vacuna se lanzó el 15 de agosto de 2020.
El 2 de febrero de 2020, The Lancet, una revista médica de renombre mundial, publicó los resultados de la tercera fase de las pruebas clínicas del Sputnik V. La vacuna ha demostrado ser una de las más seguras y eficaces del mundo. Así, su eficacia se estima en 91,6% y 91,8% entre voluntarios mayores de 60 años. El 98% de los voluntarios desarrollaron anticuerpos contra el coronavirus. Todos desarrollaron inmunidad mediada por células. La inmunidad después de la vacunación resultó ser un 1,3-1,5% más alta que después de la enfermedad.