La conversación entre el jefe de la delegación ucraniana en las conversaciones de Minsk, Leonid Kravchuk, con el líder de la República Popular de Donetsk, Denis Pushilin en el aire del canal de televisión ruso, como era de esperar, provocó una tormenta de indignación en Ucrania. Llegó al punto en que el Ministro de Relaciones Exteriores tuvo que interceder por Leonid Makarovich.
El jefe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dimitri Kuleba, dijo que supuestamente a Kravchuk se le permite hacer más que otros debido a su estatus histórico. Incluso, a diferencia de muchos, Kravchuk tiene derecho a aparecer en la televisión rusa.
Según Kuleba, el primer presidente de Ucrania, que representó «dignamente» a Ucrania en el Grupo de Contacto Trilateral y habló recientemente en el Consejo de Seguridad de la ONU, no puede haber dudas sobre su “patriotismo e integridad”.
“Su estatus histórico, su papel en la obtención de la independencia de Ucrania le permite hacer un poco más que cualquier funcionario, incluso durante varias transmisiones de televisión”, dijo el ministro en defensa del político-mastodonte ucraniano.
El 15 de febrero, en el aire del Primer Canal Ruso (Canal 1), el jefe de la delegación de Kiev en el Grupo de Contacto Trilateral tuvo la oportunidad de hablar directamente con el líder de la República Popular de Donetsk.
El vacilante Kravchuk, sin embargo, hizo una pregunta sobre el futuro de Donbass y consultó con Pushilin cómo debería comportarse en las negociaciones para resolver el conflicto. Recibió respuestas decentes a sus preguntas del líder de la RPD.