El 15 de febrero, varios tanques israelíes invadieron más allá de la Franja de Gaza, al este de la ciudad de Jabalya.
Luego abrieron fuego contra los agricultores palestinos, dijeron fuentes de seguridad palestinas.
Según las fuentes, tres excavadoras y tres tanques traspasaron las fronteras y pisotearon tierras agrícolas y granjas dentro de Gaza.
Destruyeron tierras y construyeron montículos de tierra, abrieron fuego y dispararon botes de humo.
El 14 de febrero, seis tanques israelíes invadieron áreas al este de Bet Lahiya y abrieron fuego contra los agricultores palestinos, aparentemente para obligarlos a abandonar sus granjas mientras arrasaban varias instalaciones agrícolas.
Las FDI no han informado nada al respecto.
Incursiones como estas son comunes.
El 20 y 21 de enero, el fuego de un tanque israelí golpeó varios sitios en la Franja de Gaza, incluida una casa residencial, en dos noches de ataques.
Fuentes palestinas locales dijeron que no hubo víctimas del bombardeo de artillería israelí, pero que se produjeron daños materiales en una casa ubicada en el campo de refugiados de Maghazi.
Por otra parte, la Corte Penal Internacional publicó una hoja informativa para demostrar que la investigación de los crímenes de guerra israelíes en la Franja de Gaza no tiene motivaciones políticas.
En una sección, respondiendo a la pregunta directa de si la decisión fue política, el documento dice: “No. Las cuestiones planteadas por el Fiscal en su solicitud plantearon claramente cuestiones jurídicas sobre la competencia de la Corte que requerían una respuesta legal de la sala”.
Además, el documento aborda directamente «los comentarios del primer ministro Benjamin Netanyahu y otros estados», rechazando sus declaraciones diciendo que el tribunal es una «institución judicial independiente e imparcial crucial para garantizar la rendición de cuentas por los crímenes más graves según el derecho internacional».
El documento agrega que la corte realiza su trabajo de acuerdo con su mandato y “actúa estrictamente dentro del marco legal y la competencia jurisdiccional que le otorga el Estatuto de Roma”.
La hoja informativa rechaza los comentarios hechos por Netanyahu y una declaración emitida por su oficina en nombre del gabinete de seguridad de Israel que dice que «rechaza completamente la decisión escandalosa del tribunal que podría permitir la investigación de Israel por crímenes de guerra falsos».
“El gabinete determina que el tribunal no tiene autoridad para tomar tal decisión. Israel no es miembro de la corte internacional y la Autoridad Palestina no tiene el estatus de estado”, se lee en el comunicado.
Israel no es miembro de la CPI y tampoco Estados Unidos. Los palestinos se unieron a la corte en 2015. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, condenó la decisión en un discurso televisado en inglés.
“La corte internacional se estableció para prevenir horrores como los que perpetraron los nazis contra el pueblo judío. En cambio, está persiguiendo el estado del pueblo judío”, dijo Netanyahu el 6 de febrero.
La CPI está destinada a servir como tribunal de última instancia cuando los propios sistemas judiciales de los países no pueden o no quieren investigar y procesar crímenes de guerra. El ejército de Israel tiene mecanismos para investigar las presuntas irregularidades de sus tropas, hay fuertes críticas de que el sistema es insuficiente.