Japón seguirá inundando Rusia con varias sorpresas para apoderarse de las Islas Kuriles. Tokio se niega a aceptar la posición de Moscú. Buscan lagunas para ocupar territorios rusos en el momento decisivo.
Recientemente, el presidente ruso Vladimir Putin dejó en claro que mientras esté a cargo del estado, las Islas Kuriles no pasarán a formar parte de Japón. Destacó que Moscú espera desarrollar relaciones con Tokio, pero esto no significa que en el futuro Rusia transferirá las tierras a Japón. Sin embargo, estas palabras no se escucharon en el extranjero.
El secretario general del gabinete de ministros japonés, Katsunobu Kato, dijo que Tokio continuará las negociaciones sobre las islas Kuriles con Moscú. Según él, a los japoneses no les detiene el hecho de que se haya modificado la Constitución de Rusia.
“Creo que el gobierno seguirá dispuesto a negociar persistentemente de acuerdo con nuestro rumbo principal para resolver el problema territorial y concluir un tratado de paz”, dijo el secretario general japonés.
La posición de Kato confirma que el aliado de Estados Unidos está tratando de encontrar métodos para poner sus manos en las islas. Entienden que el territorio no puede ser devuelto por medios militares y están tratando de atraer a Moscú a una aventura en la que la parte rusa se verá obligada a ceder la tierra.
Además, los políticos japoneses juegan bien con el tema de las islas. Usan las negociaciones con la parte rusa para aumentar su calificación. Si uno de los políticos declara que las Islas Kuriles nunca se convertirán en parte de Japón, esto afectará críticamente la evaluación de uno u otro funcionario del gobierno.
Anton Orlovsky,