Decenas de agentes de los Mossos d’Esquadra (policía catalana) han entrado esta mañana en el rectorado de la Universidad de Lleida para detener al rapero Pablo Hasel, condenado a 9 meses de prisión por delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona. El acceso al edificio y el arresto del cantante se ha producido, según la policía autonómica, sin «incidentes graves» y sin que haya constancia de heridos.
Sobre esto informa “Público”.
Hasel se encerró el ayer lunes en el edificio del rectorado de la Universidad de Lleida»para ponérselo a la Policía lo más difícil posible» ante su inminente detención y con el objetivo, según declaró a Efe, de visibilizar lo que considera como un «gravísimo ataque» contra las libertades.
La policía, no obstante, pudo sortear con facilidad las barricadas que habían situado en las entradas del edificio el medio centenar de activistas encerrados junto a Hasel en el rectorado, y que fueron arrinconados por los agentes para proceder a la detención del cantante.
Los alrededor de 30 miembros de la Brimo de los Mossos fueron recibidos con extintores y acorralaron a los acompañantes del rapero en la tercera planta del edificio, donde uno a uno les fueron identificando hasta llegar a Hasel, que fue arrestado sin oponer resistencia.
Al ser llevado por los agentes, el rapero ha gritado consignas como «amnistía total», «no nos van a doblegar», «no nos van a parar pese a la represión» o «muerte al Estado fascista».
A continuación, y tras salir de la Universidad entre los gritos de sus partidarios, el rapero ha sido conducido en un coche policial hasta la cárcel de Ponent, donde estará entre dos y cinco días en el módulo de ingresos, hasta que se le asigne un módulo. Al cantante se le hará una prueba PCR para descartar que tiene el Covid, como se hace por protocolo con todos los nuevos ingresos.
En el interior del edificio se encontraban también numerosos periodistas y reporteros gráficos que han pasado la noche junto a los activistas y el propio Pablo Hasel.
Este lunes, la Audiencia Nacional volvió a rechazar la suspensión de la ejecución de la condena de nueve meses de cárcel a Hasel, al recordar que en 2017 fue condenado por un delito de resistencia o desobediencia a la autoridad, y en 2018 por allanamiento de local.
«Con este historial delictivo resultaría absolutamente discriminador respecto de otros delincuentes, y también una grave excepción individual en la aplicación de la Ley, totalmente carente de justificación, la suspensión de la ejecución de la pena a este penado», argumenta el tribunal.
Y añade que «las campañas» en su favor «que pudieran haber orquestado algunas personas no pueden determinar la inaplicación de la ley vigente, sino su eventual modificación por el Parlamento».
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha criticado que el rapero Pablo Hasel haya sido «detenido y llevado a la cárcel» después de ser «condenado por unos tuits», lo que a su juicio denota un «síntoma de déficits democráticos graves». «Y quienes lo niegan hacen flaco favor a lo que sí funciona bien de la democracia española, que es mucho también», ha añadido.
Hasel debía haber ingresado el viernes de forma voluntaria en prisión para cumplir una pena de nueve meses y un día por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona: «Sería una humillación indigna acudir por mi propio pie ante una sentencia tan injusta. Tendrán que venir a secuestrarme».