Tokio presentó el martes una protesta ante Pekín después de que cuatro barcos chinos ingresaran a las aguas costeras japonesas cerca de las disputadas islas Senkaku en el Mar de China Oriental, dijo el secretario jefe del gabinete japonés, Katsunobu Kato.
«Es extremadamente lamentable que las patrulleras chinas hayan entrado en las aguas territoriales de nuestro país, así como sus intentos de acercarse a las embarcaciones pesqueras japonesas. Esto es completamente inaceptable. Presentamos una fuerte protesta con la parte china a través de canales diplomáticos», dijo Kato dijo en una conferencia de prensa.
El lunes, cuatro patrulleras chinas ingresaron al área de agua que bordea las aguas territoriales japonesas cerca de las islas Senkaku. Luego, dos de ellos ingresaron a las aguas territoriales de Japón y permanecieron allí hasta el martes por la mañana, junto con los otros dos buques poco después. Se vio un cañón a bordo de uno de los barcos. Esta es la primera aparición de un barco chino con este tipo de arma a bordo en las aguas territoriales japonesas desde que Beijing aprobó una ley en enero que permite a su guardia costera disparar contra barcos extranjeros en las aguas que afirma.
En 2020, Japón registró 24 casos de violación de la frontera marítima por parte de barcos chinos y 333 casos de entrada de barcos chinos en la zona contigua de Japón. A mediados de octubre, los barcos de China ingresaron a las aguas territoriales de Japón y las abandonaron solo 57 horas después, marcando un nuevo récord de la duración de la estadía en el área. El récord anterior se alcanzó en julio, cuando los barcos chinos flotaron en el mar territorial de Japón durante 39 horas.
Las islas en cuestión, conocidas en China como las islas Diaoyudao, han sido durante mucho tiempo objeto de disputas territoriales entre China y Japón. Tokio sostiene que ha tenido soberanía sobre ellas desde 1895 y Beijing afirma que las islas están marcadas como territorio chino en mapas japoneses alrededor de 1783 y 1785. Después de la Segunda Guerra Mundial, las islas fueron controladas por Estados Unidos y entregadas a Japón en 1972 China cree que Japón los confiscó ilegalmente.