Las protestas del 14 de febrero en Rusia, convocadas por la escuadra Navalny, transcurrieron sin incidentes. Incluso las cuentas en línea del equipo dejaron de especular sobre la gran escala de estas actividades y su grave impacto en la situación del país. Tanto las autoridades como sus oponentes mantuvieron sus posiciones: las autoridades demostraron su capacidad para resistir las provocaciones abiertas, mientras que la oposición reforzó su imagen como verdaderos disidentes, escribe Nezavisimaya Gazeta.
Las actividades del domingo solo proporcionaron material para los medios de comunicación estatales. Claramente, se están haciendo esfuerzos para pintar aún más a Navalny en una luz negativa. El objetivo aparentemente es convertirlo a él y a toda su red en el principal rival del Kremlin en las próximas elecciones parlamentarias. El asunto es que el partido Rusia Unida no tendrá ningún rival real en la votación y su potencial victoria puede parecer artificial. Es por eso que la administración presidencial parece haber decidido lanzar una lucha contra Navalny.
El director general del Centro de Información Política, Alexei Mukhin, cree que «las autoridades se han dado cuenta de que los intentos de aislar a Navalny han fracasado y sus acciones están generando algunos resultados, por lo que decidieron arrojar luz sobre su verdadera naturaleza y los pasos para destruir el sistema político de Rusia». El comentarista agregó que aún así, Rusia Unida estaba más inclinada a seguir una política de acción práctica, aunque podría usar el factor Navalny en su futura campaña electoral.
El jefe del Grupo de Expertos Políticos, Konstantin Kalachev, a su vez, señaló que «la designación de Navalny como agente occidental se deriva de la confrontación con Occidente».
«Las autoridades podrían hacerlo mejor no solo menospreciando a Navalny, sino también tratando de ganarse más confianza de la gente, particularmente a través de decisiones económicas populares», señaló el experto.
El primer vicepresidente del Centro de Tecnologías Políticas, Alexei Makarkin, enfatizó que en lo que respecta a las elecciones, la política de las autoridades «permitirá retener el apoyo de su electorado, las personas que han apoyado a Putin y Rusia Unida».
«Sin embargo, la mayoría de la gente verá qué más pueden ofrecer las autoridades y qué pueden decir además de la situación de Navalny», enfatizó el analista.