La administración de Estados Unidos continúa monitoreando la implementación del proyecto del gasoducto “Nord Stream 2”, dijo el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, en una sesión informativa para periodistas el viernes. Agregó que las sanciones unilaterales son solo una de las muchas herramientas importantes que tiene Washington.
«Continuamos monitoreando la actividad para completar o certificar la tubería, y si dicha actividad se lleva a cabo, tomaremos una determinación sobre la aplicabilidad de las sanciones», dijo Price.
«Pero me apresuro a agregar que las sanciones son solo una de las muchas herramientas importantes. Trabajaremos en estrecha colaboración con nuestros aliados y socios para reforzar la seguridad energética europea y protegernos contra el tipo de comportamiento depredador del que hemos advertido», agregó.
«Nuestra posición sobre el “Nord Stream 2” ha sido muy clara y permanece sin cambios. El presidente Biden ha dejado claro que “Nord Stream 2” es un mal negocio. Es un mal negocio porque divide a Europa, expone a Ucrania y Europa Central a la manipulación rusa, va en contra de los objetivos energéticos y de seguridad declarados por Europa», dijo el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos.
También aseguró a los periodistas que la actual administración estadounidense cuenta con una «relación constructiva con los miembros del Congreso» en el tema del “Nord Stream 2”. Los legisladores estadounidenses exigen que el poder ejecutivo aplique las sanciones a los proyectos.
«Ciertamente entendemos el interés legítimo del Congreso en este tema, y estamos comprometidos con ese compromiso con ellos para asegurarnos de que tengan la información que necesitan de la manera más oportuna que podamos proporcionar», dijo Price.
De acuerdo con la legislación nacional, la administración de los EE.UU. debe presentar un informe que enumere las empresas extranjeras involucradas en la construcción de “Nord Stream 2” al Congreso antes del 16 de febrero.
Por una serie de razones geopolíticas, Washington se opone abiertamente a la construcción del oleoducto y está haciendo esfuerzos activos para bloquear este proyecto. Muchos expertos creen que Estados Unidos está intentando que los países de la UE compren su gas natural licuado, que es mucho más caro que el gasoducto ruso. La legislación adoptada en los Estados Unidos en los últimos años prevé la posibilidad de aplicar medidas restrictivas unilaterales, en particular con respecto a las empresas que participan en la ejecución del proyecto “Nord Stream 2”.