Se registró un sismo en Japón el 13 de febrero. Al menos 30 personas resultaron heridas.
El sismo ocurrió a las 23:08 hora local en el Océano Pacífico al noreste de la prefectura de Fukushima.
Originalmente anunciado por la oficina meteorológica nacional del país, la magnitud del sismo fue de 7,1, pero luego se incrementó a 7,3.
El país anunció la amenaza de un tsunami, pero luego esta advertencia fue cancelada.
En el edificio de la oficina de representación de TASS en Tokio, debido a temblores que duraron más de un minuto, se cayeron equipos, muebles y se activó un sistema de corte de gas de emergencia en todo el edificio.
Se sintieron fuertes temblores en 10 prefecturas del norte, noreste y centro de Japón, incluidas Fukushima, Miyagi y el área metropolitana.
Los temblores ahora se han detenido, pero los meteorólogos advierten sobre la posibilidad de réplicas.
Bajo el gobierno japonés, una sede de crisis comenzó a funcionar en relación con el fuerte sismo.
El secretario general del Gabinete de Ministros del país, Katsunobu Kato, llamó a la población local a calmarse y destacó que las autoridades del país están haciendo todo lo necesario para minimizar las consecuencias del desastre natural.
La empresa de energía Tokyo Electric Power informó que los expertos no registraron ninguna situación de emergencia en la planta de energía nuclear Fukushima-1 después del sismo. Al mismo tiempo, se paralizaron las operaciones de varias centrales térmicas en el país.
Los trenes de alta velocidad Shinkansen se han suspendido en varias direcciones.
La Oficina Meteorológica Nacional de Japón dijo que el sismo probablemente fue una réplica del llamado Gran Terremoto del Este de Japón el 11 de marzo del 2011.