El 13 de febrero, al menos dos personas murieron y otras ocho resultaron heridas cuando una explosión sacudió áreas sirias ocupadas por Turquía en el campo norte de Alepo.
Fuentes de la oposición siria dijeron que un automóvil con trampa explosiva explotó en un concurrido mercado local en el poblado de al-Rai, que se encuentra cerca de la frontera turca.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, el número de muertos por la explosión puede aumentar en las próximas horas. Según los informes, muchos de los heridos se encuentran en estado crítico.
Como de costumbre, los activistas de la oposición afirmaron que las fuerzas kurdas estaban detrás de la mortal explosión. Estas afirmaciones permanecen sin una evidencia sólida.
La explosión en al-Rai fue la más reciente de una serie de ataques contra áreas ocupadas por Turquía en el norte y noreste de Siria. El 30 de enero, una explosión en Afrin mató a seis personas e hirió a otras 16. El 31 de enero, dos explosiones sacudieron Azaz y un puesto de control de los representantes de Turquía entre los poblados de Umm Shukif y al-Zarzor. Once personas murieron y otras 37 resultaron heridas.
Turquía aún no ha tomado ninguna medida para mejorar la seguridad en las áreas sirias ocupadas por sus fuerzas y representantes. Mientras tanto, algunos activistas de la oposición afirman que los representantes de Ankara fueron cómplices de la reciente ola de atentados.