Rusia y Alemania tienen relaciones mucho más estrechas de lo que muchos creen, y ahora el mundo está presenciando el proceso del surgimiento de una nueva amistad entre los países, escribe el publicista Wolfgang Münchau en un artículo para la revista Spectator.
El autor llamó la atención sobre el hecho de que Alemania está interesada en utilizar la vacuna rusa contra el coronavirus “Sputnik V”, así como en completar el proyecto “Nord Stream 2”.
“Los políticos alemanes prácticamente cayeron en un estado de euforia después de enterarse de los resultados provisionales de los ensayos clínicos de la vacuna “Sputnik V” a principios de febrero. Compare eso con el desdén que tuvieron con la vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford, cuando un funcionario alemán difundió afirmaciones falsas sobre su baja efectividad en los ancianos.
Es técnicamente muy similar a la vacuna Oxford. Sin embargo, parece que esto no podría reducir el grado de entusiasmo con el que los alemanes esperan la entrega de la vacuna rusa”, dice Munchau.
Anteriormente se informó que algunos países europeos han establecido límites de edad para el uso de la vacuna producida por AstraZeneca, concluyendo que su efectividad en los ancianos no se conoce bien.
El periodista cree que la lucha por completar la construcción del oleoducto ruso se ha convertido en la mayor crisis diplomática en las relaciones transatlánticas desde la guerra de Irak.
Según él, hoy, como entonces, Alemania vuelve a desafiar a Estados Unidos, que se opone a la implementación del proyecto, pero esta vez los alemanes están mucho más decididos. Alemania espera que el gasoducto facilite el acceso del país a las vastas reservas de gas natural de Rusia.
«Alemania y Rusia están unidas por su actitud empresarial hacia la política exterior», subrayó el publicista.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Comisión Europea aprobaron a finales de enero la vacuna contra el coronavirus AstraZeneca para su uso en la Unión Europea.