El asesinato en Chile del malabarista Francisco Martínez, en manos de Carabineros (policía militarizada) tras un control de identidad, causó impacto en todo el país debido a la crudeza de las imágenes. Ante esto, las Juventudes Comunistas de Chile apuntaron al mundo político, luego de aprobar el control preventivo.
Esto, porque se volvió a abrir el debate sobre el control preventivo de identidad, ley de la cual la bancada del Partido Comunista de Chile fue opositora desde el inicio del debate legislativo hasta después de su promulgación.
Es por eso que Camilo Sánchez, presidente de las Juventudes Comunistas, declaró que “cuando nos opusimos al control preventivo dijeron que los comunistas defendíamos delincuentes. Ahora están todos escondiendo la cabeza porque les salpicó la sangre de Francisco y tienen razones de sobra para avergonzarse”.
“Esta ley está hecha contra la juventud más pobre. Los que se benefician del modelo generan pobreza, pero no soportan verla a la cara, porque en el fondo les recuerda lo miserables que están siendo, así que legislan para no convivir con ella”, añadió.
Finalmente, Sánchez concluyó que “el gobierno y Carabineros le declararon la guerra a la juventud más pobre porque saben que allí se incuba la rabia que les pasará la cuenta tarde o temprano“.