La relatora de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre el impacto de las medidas coercitivas, Alena Douhan, continuó hoy su agenda en Venezuela para evaluar las afectaciones ocasionadas por las denominadas sanciones de Estados Unidos.
Douhan sostuvo este lunes un encuentro con la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Indira Alfonzo, como parte del programa de reuniones privadas con representantes de diversos sectores de la sociedad venezolana.
Durante el intercambio, la titular del máximo órgano comicial y la experta de la ONU analizaron el impacto de las acciones de asfixia económica adoptadas por Estados Unidos en el disfrute de derechos fundamentales como la identidad, la participación política y el voto, señaló el CNE en Twitter.
Alena Douhan arribó a Venezuela el 30 de enero en visita en visita oficial que se extenderá hasta el 12 de febrero, cuando prevé ofrecer una rueda de prensa para informar sobre los aspectos tratados en su agenda.
Antes de su llegada a la nación sudamericana, la relatora especial manifestó su disposición de examinar, ‘en un espíritu de cooperación y diálogo’, si la adopción de las denominadas sanciones obstaculiza el disfrute de los derechos humanos del pueblo venezolano.
‘Me centraré en particular en cualquier impacto negativo que las sanciones puedan tener en el disfrute de todos los derechos humanos en Venezuela’, precisó la funcionaria en una comunicación de prensa de la ONU, reseñada por la Cancillería en nota de prensa.
Douhan tiene previsto reunirse con representantes del Gobierno, el Consejo Nacional de Derechos Humanos, miembros de la Asamblea Nacional (Parlamento), el cuerpo diplomático, la sociedad civil, sectores de la oposición, abogados, académicos, activistas, víctimas y sus familiares.
Durante los últimos años, el Estado venezolano y organizaciones civiles denunciaron las afectaciones ocasionadas en los ámbitos económico y social por las acciones punitivas implementadas por el Gobierno de Estados Unidos.
De acuerdo con cifras oficiales, desde 2015 la política de bloqueo a las exportaciones y la persecución financiera ocasionó a Venezuela la pérdida del 99 por ciento de sus ingresos en divisas, además de impedir el acceso del país a los mercados internacionales.