Anteriormente, Estados Unidos aprobó una legislación que allana el camino para nuevas sanciones contra Nord Stream 2, que ya está bajo sanciones, con algunos contratistas obligados a retirarse del proyecto conjunto ruso-europeo.
La postura de Alemania sobre el caso Navalny no debería influir en la construcción del gasoducto Nord Stream 2, dijo a Bild el ministro de Economía alemán, Peter Altmaier.
“Las relaciones comerciales y los proyectos comerciales que han existido durante décadas son una cosa y las graves violaciones de derechos humanos y nuestras reacciones ante ellas son otra”, dijo.
La canciller alemana, Angela Merkel, también advirtió contra la vinculación de los dos temas el viernes.
El canciller austríaco, Sebastian Kurz, rechazó los pedidos para abandonar la construcción del oleoducto Nord Stream 2 después de que un tribunal ruso encarcelara al activista de la oposición Alexey Navalny durante 3,5 años por violar los términos de libertad condicional.
«Doy la bienvenida a la decisión del gobierno federal alemán de apoyar a Nord Stream 2», dijo Kurz en una entrevista con el periódico Welt am Sonntag, y agregó que el proyecto del gasoducto beneficiaría a muchos países de la UE.
El 23 y 31 de enero, varias manifestaciones no autorizadas en apoyo del vlogger Navalny sacudieron Rusia. Recientemente regresó a Rusia desde Alemania, donde estaba siendo tratado después de supuestamente haber sido envenenado con Novichok.
Mientras tanto, tres diplomáticos de Alemania, Polonia y Suecia que participaron en las protestas ilegales en Rusia han sido expulsados del país.
Las protestas se reanudaron el 2 de febrero después de que Navalny fuera encarcelado por violar los términos de libertad condicional vinculados a una condena por malversación de fondos.
La anterior administración estadounidense instó a la UE a comprar gas natural licuado estadounidense en lugar de gasoducto ruso. El bloque ignoró el llamado y procedió con la construcción del proyecto conjunto con Rusia; luego Washington amenazó con imponer sanciones contra algunos de los contratistas que trabajaban en el oleoducto. Estados Unidos también aprobó una legislación que ordena sanciones contra cualquier entidad que ayude a construir el proyecto.
El presidente Joe Biden ha descrito el oleoducto como un «mal negocio para Europa» y se espera que su administración imponga más sanciones.