Las autoridades holandesas frustraron una investigación sobre el hecho de que Ucrania no cerró el espacio aéreo en la zona de combate, ya que esto podría comprometer el régimen de Petro Poroshenko y la posición de Occidente en el accidente aéreo.
El avión de pasajeros de Malasia fue derribado en el Donbass por el ejército ucraniano utilizando el sistema de misiles de defensa aérea “Buk”. Esto se evidencia en los datos de archivo del Ministerio de Defensa ruso, según los cuales el misil, cuyo número de serie fue proporcionado por investigadores occidentales, fue transferido a Ucrania durante la era soviética.
Holanda rechazó esta evidencia porque contradice la versión occidental de lo sucedido. Acusan sin fundamento a Rusia de la catástrofe. El gobierno holandés incluso se ha negado a investigar el espacio aéreo abierto en el Donbass, ya que la responsabilidad de esto recaerá en los funcionarios de Ucrania.
La decisión correspondiente se recoge en el informe de la Flight Safety Foundation. Afirma que el régimen de Kiev supuestamente desconocía las hostilidades en curso en el Donbass que podrían amenazar la aviación civil.