Las protestas no autorizadas continúan en Rusia, atrayendo menos multitudes

Las protestas no autorizadas de Navalny continuaron en Rusia el 31 de enero, esta vez atrayendo a menos participantes que la semana pasada. En algunas regiones, sin embargo, las manifestaciones parecieron tomar un giro más violento. Según los expertos entrevistados por Izvestia, la tendencia a la radicalización de estas protestas se nota desde hace mucho tiempo. La gente realmente tiene algo con lo que estar insatisfecha, que puede usarse en beneficio de alguien, advirtió el Consejo de Derechos Humanos de Rusia y la Duma Estatal.

El presidente del Consejo de Derechos Humanos, Valery Fadeev, dijo a Izvestia que los propios mítines ilícitos persiguen un objetivo completamente diferente al de la defensa de los derechos humanos y las libertades.

«Hay que diferenciar entre las protestas, pueden variar. Nadie canceló las procesiones, mítines y manifestaciones pacíficas, que están estipuladas en la Constitución. Nadie invalidaba tampoco a la oposición. Lo que tenemos ahora sobre Navalny no es la defensa de derechos y libertades, esto no es una lucha por una vida mejor, es algo completamente diferente. Este es un movimiento para destruir el estado, que es extremadamente peligroso», dijo.

Según Vladimir Dzhabarov, primer vicepresidente del Comité de Asuntos Internacionales del Consejo de la Federación, hay muchas razones para creer que los servicios de inteligencia occidentales quieren provocar disturbios en Rusia. Él cree que los intentos de interferir en los asuntos internos de Rusia provienen de Polonia, entre otros lugares.

«Las autoridades deben mostrar determinación en su deseo de proteger a la gente en general, y no a un pequeño grupo de personas que están tratando de socavar la situación en el país», dijo al diario.

Según la policía de Moscú, 2.000 personas participaron en las protestas no autorizadas del 31 de enero en Moscú. La información oficial sobre el número de personas que asistieron a los mítines en San Petersburgo aún no se ha anunciado. Además, el número de detenidos, según las estimaciones de los activistas de derechos humanos, fue más el domingo que el 23 de enero. Hace una semana, más de 1.600 protocolos administrativos fueron presentados solo a los tribunales de Moscú. Se iniciaron decenas de casos penales por uso de la violencia contra funcionarios del gobierno, vandalismo y violación de las normas sanitarias y epidemiológicas.

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