El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, pronunciará un discurso en el Departamento de Estado el 1 de febrero para exponer su próxima política exterior. Los principales desafíos para la nueva administración en esta vía serán la interacción con China, Rusia, Irán y Corea del Norte, escribe Vedomosti. Además, la nueva Casa Blanca deberá resolver los problemas asociados con la guerra de Afganistán. Durante su campaña presidencial, Biden criticó duramente la política exterior de Trump, prometiendo cambiar su trayectoria ampliando la interacción con los aliados de Estados Unidos y oponiéndose más vigorosamente a sus enemigos, entre ellos Rusia.
Según el Director de Programas del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, Ivan Timofeev, Biden de hecho someterá la política exterior de su predecesor a un escrutinio y revisión cuidadosos. El nuevo presidente revertirá algunas de las decisiones más controvertidas de Trump sobre China y el líder estadounidense de 78 años reanudará las conversaciones comerciales. Al mismo tiempo, Timofeev señaló que continuará la contención estratégica de China. Además, bajo la administración de Biden, la colaboración de Washington con la OTAN se ampliará, y también Estados Unidos se centrará más en los derechos humanos en los asuntos internacionales.
Respecto a Rusia, según el experto, Biden se centrará en Alexey Navalny, que el Departamento de Estado utilizará en su agenda. Al mismo tiempo, habrá algunas ventajas, por ejemplo, el tema de la interferencia rusa en los asuntos estadounidenses perderá su ventaja.
«No pueden afirmar que Putin ayudó a Biden a ganar la presidencia», señaló Timofeev.
El investigador principal del Instituto de Estudios Estadounidenses y Canadienses de la Academia de Ciencias de Rusia, Pavel Koshkin, está de acuerdo en que bajo Biden, la política exterior de Estados Unidos se revisará radicalmente. Según el experto, esta administración pondrá fin a las guerras tecnológicas y comerciales con China. Además, Washington teme que Pekín pueda asociarse con Moscú, por lo que Estados Unidos busca evitarlo. Por tanto, explicó el experto, los factores económicos prevalecen sobre las preferencias políticas en las relaciones con China. No se puede decir lo mismo de las relaciones con Rusia.
«Creo que Estados Unidos puede aprobar una legislación sobre Navalny y una ley sobre sanciones por violaciones de derechos humanos en Rusia. Se nos recordará constantemente que estamos en el lado equivocado de la historia», concluyó el experto.