Se inició en Ginebra una nueva ronda de reuniones del Pequeño Grupo del Comité Constitucional con el objetivo de elaborar la legislación clave del país. La quinta sesión se lleva a cabo a puerta cerrada y durará hasta el 29 de enero. Esto se produce en medio de una creciente discordia dentro de la oposición siria. Los kurdos no estaban representados en el Comité Constitucional y su Pequeño Grupo. Hubo una idea para incluir en el comité a delegados de la principal fuerza kurda siria, las Fuerzas Democráticas Sirias. Mientras tanto, Turquía, que tiene una gran influencia en la oposición siria, está categóricamente en contra de esta medida, escribe Izvestia.
Junto con Moscú y Teherán, Ankara supervisa el trabajo del Comité Constitucional. Sin embargo, a pesar del descontento de Turquía, no hay planes para abandonar esta idea. Ankara considera que cualquier paso de los kurdos hacia la formación de una región autónoma o federativa como separatista tiende a amenazar su propia seguridad nacional, dijo el orientalista Andrey Ontikov.
“Mientras tanto, los turcos ven que los intentos de entablar un diálogo entre Damasco y los kurdos se han estancado y no se habla de devolver los territorios al este del Éufrates bajo el control de las autoridades sirias, además, Estados Unidos está contribuyendo activamente para asegurar que la situación actual dure. Naturalmente, Turquía está respondiendo a esto y por eso hemos visto tres operaciones turcas en Siria y probablemente veremos más”, explicó.
La creciente división en la oposición siria solo complica las tensas conversaciones de Ginebra, según el periódico.
El becario de investigación del Centro de Estudios Orientales Danila Krylov señala que mientras los países extranjeros buscan evitar cualquier éxito del Comité Constitucional, no habrá una nueva Constitución en Siria.
«Es más, la Constitución no surgirá a menos que se resuelva el problema kurdo», dijo.