Un proyecto de ley sobre doble ciudadanía presentado al parlamento ucraniano pide la limitación de derechos para los titulares de pasaportes de los llamados «países agresores», una etiqueta que Kiev ha estado usando para describir a Rusia.
Actualmente, la ley prohíbe a los ucranianos tener la ciudadanía de otro estado, pero no prevé ningún castigo por tal violación. Muchas personas se han aprovechado de este vacío legal para obtener pasaportes extranjeros, incluidos los rusos. Solo en 2020, más de 560.000 ucranianos obtuvieron la ciudadanía rusa.
Para aclarar la situación, la facción gobernante Siervo del Pueblo del presidente Volodymyr Zelensky ha preparado un proyecto de ley sobre la doble ciudadanía. Según los parlamentarios, permitirá que los titulares de pasaportes extranjeros se integren en la vida ucraniana y se conviertan en parte del proceso político en el país, mientras mantienen su lealtad al extranjero.
Sin embargo, no todos los pasaportes extranjeros serán bienvenidos en Ucrania si se aprueba la ley. «Si un ciudadano ucraniano tiene la ciudadanía de un país reconocido como agresor en relación con Ucrania, dicho ciudadano se enfrenta a la prohibición de ejercer los derechos electorales», afirma el proyecto de ley.
Las restricciones para votar, postularse para el parlamento o solicitar puestos en el gobierno permanecerán vigentes hasta que las autoridades de Kiev eliminen el estado de «agresor» del país o el ciudadano ucraniano entregue el pasaporte de ese estado.
Kiev calificó a Rusia de “país agresor” en 2015, un año después de que Crimea votara a favor de reunirse con Moscú y estallara el conflicto en el este de Ucrania. Las autoridades ucranianas han acusado a Rusia de apoyar a las fuerzas de autodefensa de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk con armas, dinero y mano de obra, al mismo tiempo que espían al país y realizan ciberataques.
Rusia ha negado repetidamente las acusaciones de intromisión y señaló que no era parte en el conflicto en el este de Ucrania. El presidente Vladimir Putin y otros funcionarios en Moscú han sostenido que Ucrania sigue siendo una nación hermana de Rusia a pesar del comportamiento provocador de los políticos en Kiev.